Texas superó el lunes las 4,000 muertes por COVID-19, pero funcionarios de Houston, una de las ciudades más golpeadas por la pandemia en Estados Unidos, dicen que están cautelosamente optimistas por las tendencias recientes tras semanas de alarmantes aumentos en hospitalizaciones.
Texas reportó más de 7,400 casos confirmados nuevos y por lo menos 62 muertes más en las últimas 24 horas. El virus sigue afectando particularmente a la frontera entre Texas y México: el condado Hidalgo ha reportado más de 140 muertes en la última semana y ahora los funcionarios ordenan permanecer en cuarentena durante 14 días a cualquiera que dé positivo al virus.
En el cercano condado Starr, en donde el Departamento de Defensa había enviado a uno de los cinco equipos de médicos de la Marina para ayudar en el único hospital, el juez del condado Eloy Vera dijo que consideraban crear un comité ético para discutir el racionamiento de recursos hospitalarios.
“Suena frío y odio pensar que incluso tendríamos que hacerlo, pero al menos debemos considerar las probabilidades que un paciente tiene de sobrevivir”, dijo Vera.
Pero en Houston, los funcionarios dicen que ven señales de optimismo. El doctor David Persse, autoridad de salud de la ciudad, dijo durante una conferencia de prensa que la tasa de positivos en las pruebas de COVID-19 ha caído ligeramente en días recientes y que el número de personas que requieren hospitalización “parece haber disminuido un poco”.
La tasa de positivos era de 24,5% el viernes, poco menos de su nivel máximo de 25,9% de principios de mes, dijo Persse, aunque señaló que la tasa todavía es “muy alta”.
Fuente: AP.