Por Ángel Beltré,
Dirigente político y universitario.
SANTO DOMINGO, República Dominicana.– Hoy, como ciudadano dominicano, no puedo evitar sentir orgullo al saber que hemos alcanzado la histórica cifra de 11 millones de visitantes en 2024.
Es emocionante pensar que por cada dominicano, un turista ha decidido venir a descubrir nuestra cultura, disfrutar de nuestras playas y conocer la calidez de nuestra gente.
Este logro nos posiciona como líderes del turismo en la región, pero también nos invita a reflexionar.
El turismo nos ha dado mucho: más empleos, mejores infraestructuras y oportunidades para que nuestras tradiciones y paisajes sean valorados a nivel mundial.
Cada visitante es una ventana abierta para mostrar lo mejor de nosotros. Pero, también, como ciudadano, veo los desafíos que este crecimiento trae consigo.
Las comunidades locales a veces enfrentan presión por el aumento de la actividad turística: congestión del tránsito, cambios en nuestra manera de vivir y en algunos casos, el riesgo de perder lo que nos hace únicos.
Además, el impacto ambiental es una preocupación real. Si no cuidamos nuestros recursos, podríamos estar comprometiendo el futuro de las generaciones que vienen detrás.
Por eso, creo que este hito debe ser un llamado a la acción. Como dominicanos, necesitamos ser conscientes de nuestra responsabilidad en este crecimiento: exigir políticas públicas que promuevan un turismo sostenible, cuidar nuestros espacios naturales y garantizar que los beneficios lleguen a quienes más los necesitan.
Ser el país que recibe a 11 millones de turistas no significa sólo abrir nuestras puertas sino asegurarnos de que cada visitante que llegue sea parte del desarrollo que respete a nuestra gente, nuestra cultura y nuestro entorno.
Hoy celebro este logro, pero también sueño con una República Dominicana donde el turismo sea un motor de progreso que no solo beneficie al presente, por igual construya un futuro más justo y equilibrado para todos.