Los peritajes realizados a los restos humanos hallados en 2007 cerca de la ciudad rusa de Yekaterimburgo (en los Urales) confirmaron que estos pertenecen a los hijos del último zar de Rusia, Nicolás II, la gran princesa María y el heredero de la corona Alexéi, informó este viernes el Comité de Instrucción de Rusia.
«De acuerdo con los resultados de unos análisis genéticos moleculares, los restos de dos personas, hallados en el verano de 2007 (…) pertenecen a los hijos de Nicolás II y Alejandra Románova», declaró una portavoz de la investigación al periódico «Izvestia».
Sin embargo, el reducido número de restos óseos hallados en el lugar hace pensar que no muy lejos del mismo sitio podrían encontrarse uno o más lugares de sepultura de otros miembros de la familia real.
«Nuestros experimentos desmintieron la versión de que los cuerpos de las víctimas fueron destruidos con ácido sulfúrico y quemados», aseveró la entidad investigadora.
Nicolás II, su esposa y sus cinco hijos fueron ejecutados por los bolcheviques el 17 de julio de 1918, en medio de la guerra civil que había estallado en Rusia tras la Revolución de Octubre de 1917, en un sótano de la casa Ipátiev en Yekaterimburgo.
Los restos atribuidos al último zar de Rusia, su esposa y tres hijos fueron hallados en 1991 y sepultados en la Catedral de San Pedro y San Pablo en 1998, en presencia del entonces presidente ruso, Borís Yeltsin.
En 2007, en un bosque cerca de Yekaterimburgo fueron encontrados otros restos óseos, que, presuntamente, pertenecen a Alexéi y María Romanov, hallazgo que obligó de nuevo a reabrir la investigación sobre el caso y exhumar los restos de la familia imperial.
Fuente: EFE.