La catedral de Notre Dame de París recuperará su aguja

Por Ariel Cabral

La catedral de Notre Dame de París recuperará su aguja y será idéntica a la que se desplomó el 15 de abril de 2019 durante el aparatoso incendio de esta joya del gótico.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha optado por reconstruir la catedral gótica exactamente igual a como estaba antes del incendio y, por tanto, ha respaldado colocar una aguja como la que coronaba el cuerpo central del edificio, según fuentes de la Presidencia francesa citadas por la agencia AFP.

Hay «un amplio consenso» tanto en la opinión pública francesa como entre los responsables de tomar esta decisión para reconstruir la aguja «idéntica» a la que construyó en el siglo XIX el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc, afirmó esta mañana la nueva ministra francesa de Cultura, Roselyne Bachelot.

La Comisión Nacional del Patrimonio y de la Arquitectura (CNPA), una comisión consultiva, se ha reunido hoy para decidir sobre la reconstrucción de Notre Dame de París. Además de la cuestión de la aguja, los expertos han abordado durante esta reunión la reconstrucción del tejado y del armazón de éste, que antes del siniestro era de madera.

Tras el incendio, se abrió un apasionado debate en Francia sobre si había que reconstruir la aguja de forma idéntica a la que diseñó Viollet-le-Duc, volver al diseño original del siglo XIII o construir una aguja completamente nueva. Incluso se habló de convocar un concurso internacional de arquitectura para reconstruir la aguja de Notre Dame de París.

El presidente Macron, que prometió tras el incendio que Notre Dame sería «más bella» que antes tras la reconstrucción, se mostró en un principio partidario de «dar un gesto arquitectónico contemporáneo a la catedral», porque la aguja destruida no era la original. En cambio, el arquitecto responsable de las obras, Philippe Villeneuve, y otros expertos apostaron por reconstruirla idéntica a la de Viollet-le-Duc.

La primera aguja fue construida en el año 1250 y desmontada entre 1786 y 1792 porque, dado su mal estado, se temía que se derrumbara. Viollet-le-Duc, responsable de la restauración de la catedral en el siglo XIX, construyó en una aguja nueva – de madera y plomo de 750 toneladas y con una altura de 93 metros desde el suelo- para coronar Notre Dame.

Fuente: El Mundo.

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