El judo es conocido por sus ataques relámpagos y las técnicas de agarre para tumbar al rival, pero en Japón tiene otra aplicación menos conocida: el poder curativo de la llamada ‘terapia de judo’.
A lo largo de su historia, el judo se ha ramificado en dos áreas: el ‘sappo’ o ‘método de matar’, que se convirtió en el deporte olímpico actual, y el ‘kappo’ o ‘método de reanimación’, que derivó hacia el arte de la ‘terapia de judo’.
Los judocas usan sus conocimientos de cómo se mueven las articulaciones, las extremidades y los músculos para derrotar a sus rivales, pero en el ‘kappo’, los terapeutas tratan de acelerar el mecanismo de curación natural del cuerpo para tratar lesiones que no requieren cirugía ni tratamiento hospitalario.
«En pocas palabras, somos especialistas en cosas como los huesos rotos, dislocaciones, contusiones y esguinces», explica Hiroyuki Mitsuhashi, directivo de la Asociación Japonesa de Terapeutas de Judo. «En lugar de operar como en ortopedia, utilizamos nuestras manos para curar», añade.
Más de 73,000 licenciados en ‘kappo’ trabajan en más de 50,000 hospitales en todo Japón. A todos ellos se les requiere experiencia en el judo antes de convertirse en sanitarios con certificado.
Son especialmente populares entre los estudiantes atletas y entre aquellos que sufren dolores crónicos provocados por lesiones que la medicina convencional consideró ya curadas.
Fuente: AFP.