Un ministro de Defensa del dictador iraquí Sadam Husein, Sultán Hashem Ahmed, falleció este domingo de un ataque al corazón, casi 13 años después de ser condenado a muerte por la matanza de miles de kurdos, una sentencia que nunca se ejecutó entre peticiones de indulto por parte de varios sectores.
La reconocida tribu suní árabe Tay, a la que pertenecía el fallecido, confirmó en un comunicado que éste murió de un ataque al corazón a los 77 años en la prisión Al Hut de Nasiriya, a orillas del río Éufrates, y lamentó la pérdida de un «símbolo» y un «héroe de las valientes fuerzas iraquíes».
Con una amplia carrera militar a sus espaldas, Ahmed fue uno de los altos cargos del régimen condenados a la pena capital en 2007 tras ser declarados culpables de crímenes contra la humanidad y genocidio por la matanza de casi 180.000 kurdos en la campaña militar «Anfal» entre 1987 y 1988.
Algunas voces solicitaron en diversas ocasiones el perdón para Ahmed, por aquel entonces titular de Defensa, al considerar que se limitó a seguir las órdenes de Sadam, e incluso el entonces presidente iraquí, el kurdo Yalal Talabani, y su vicepresidente suní, Tareq al Hashemi, trataron de parar las ejecuciones.
Más de una década después de la condena y a casi dos de la caída de la dictadura, el exminitro nunca fue ejecutado.
En 1991, durante la Guerra del Golfo, encabezó la delegación iraquí que negoció en la base aérea de Safuán, en la frontera con Kuwait, un alto el fuego con las fuerzas de la coalición internacional lideradas por el general estadounidense Norman Schwarzkopf.
Comandó diversas divisiones del Ejército antes de ser nombrado gobernador de la provincia de Nínive en 1994, como parte de una campaña de Sadam para otorgar la dirección de las regiones a altos mandos militares en un intento de promocionar su desarrollo.
Dos años más tarde, asumió la cartera de Defensa y la subcomandancia en jefe de la Fuerzas Armadas.
Fuente: EFE.