Abinader: Una trayectoria para bienestar

Por Ariel Cabral

Por Julián Sosa.

juliansosa13@gmail.com.

El autor es catedrático en la UASD, secretario de Educación del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) y encargado de prensa de la Asociación de Cronistas de Arte (ACROARTE).

 

Nunca me había integrado con tanta vehemencia a una campaña electoral que como la actual, y todo porque conozco al hoy presidente constitucional electo, Luís Rodolfo Abinader Corona, desde que compartí en el Equipo de Prensa de su padre Rafael Abinader para la Alianza Social Dominicana, y quién desde entonces, a pesar de su juventud moza, era una persona preocupada y ocupada porque se mantenía activo y atento a todo los pormenores, proyectándose en ese pequeño laboratorio en todo un armador práctico y ejecutor de las tareas que se desarrollaban en la coyuntura política del momento.

Era, como lo es ahora, un abanderado de la política, un conversador de los temas políticos, sociales y mediáticos, ya que estuvo al frente del pequeño “team” que configuraba el eje comunicacional y de prensa que funcionaba en la avenida 27 de Febrero y luego en la avenida Pasteur. De ahí pudimos ver su alta inclinación y participación militante en este campo. Desde entonces se avizoraba su proyección de liderazgo y gerente que se anidaba en él, y nace en mí la confianza en quien triunfó en primera vuelta en las elecciones del 5 de julio y ostentará la primera magistratura del Estado, a partir del 16 de agosto del año en curso.

En los distintos procesos electorales en lo que Luis ha participado he estado con sus aspiraciones, aunque en las veces anteriores no tan cerca y participativo, como ahora, pero lo observaba y lo saludaba en algunas caravanas, mítines y actos de cierre de campaña, con lo que se puede anclar el aforismo de que “el que persevera triunfa”.

Además del seguimiento de su discurso y postura coherente y consistente frente a las situaciones que políticamente les ha deparado la vida, el joven político y economista ha sido vertical y en su trayectoria ha encarado todas las dificultades de frente y con la frente en alto.

Cómo persona cercana al rector (pasado) de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), doctor Franklin García Fermín, quien, desde hace casi un año dirige la Coordinadora de Movimientos de Apoyo al Cambio, junto al licenciado Juan Rosa y un equipo sumamente activo y entregado a la causa electoral del PRM y Partidos Aliados, dialogamos para constituir el Movimiento de Comunicadores con Luís, a lo que me exhortó a que lo creara y el mismo se constituyó en un amplio abanico político mediático que aglutina una matrícula compuesta por técnicos, tecnólogos, profesionales de las distintas área de la comunicación, muy especialmente jóvenes muy talentosos, que el sistema peledeísta lo había orillado y marginado a tal punto que convirtieron los mensajes del cambio en un huracán con ráfagas de 200 kilómetros por horas, ya que el partido morado estancó y hegemonizó todo y no permitía la movilidad social y profesional del principal capital o recurso de la República Dominicana: el humano.

Abinader, un hombre joven (de 53 años cumplidos recientemente), pertenece a la generación de posguerra y conoce las problemáticas y los desafíos de una sociedad líquida y posmodernista, que requiera de una regeneración en todos los planos, principalmente llevar al país a la legalidad y por vía de consecuencia a su refundación.

Como periodista de “cierta data” y como maestro de Comunicación Social en las aulas universitarias, he intentado crear niveles de conciencia y de ciudadanía crítica, discurso con el que varias generaciones han crecido y lo han asumido, al punto que una franja bastante amplia de la clase media se identificó, por lo que puso marcada atención al contenido de las palabras de Luis Abinader, que con su pentagrama dibujó que hará un gobierno decente, nombrará un Procurador General equidistante de los partidos políticos para que haya una justicia independiente que combata el flagelo de la corrupción, creará 600 mil empleos, impulsará justicia social y un país que se encamine hacia la modernidad. Además enfrentará en lo inmediato con vigor la pandemia del Coronavirus y los temas económicos.

Luis Abinader, el equipo y todo el funcionariado que lo acompañará, en los distintos niveles y estamentos del tren administrativo y del Estado, tendrán en sus manos la ardua labor de reorientar la República Dominicana por senderos de bienestar, progreso, estabilidad estructural, inclusión social y, sobre todo, de una confianza que se perdió en el marasmo peledeísta.

Compartir

Relacionadas